Comprender el campo de la finanzas desde muy temprana edad, permite mejorar la habilidad de generar y multiplicar un capital necesario para asegurar una mejor calidad de vida para las personas, la familia y por qué no, para sus futuras generaciones.
Iniciar desde la infancia una cultura y educación financiera ayuda a generar hábitos de ahorro, disciplina que se verá reflejada cuando se decida tener una independencia económica y no se tenga que esperar o depender de una jubilación.
A continuación, exponemos algunas enseñanzas para transmitir a su familia respecto al valor del ahorro y el dinero:
- Recompense y motive. Enséñele a su hijo que ahorrar tiene sus frutos y sus recompensas, dele un ejemplo; háblele de su experiencia personal.
- El trabajo debe ser remunerado. Realice acuerdos con sus hijos. Darle dinero por su colaboración con algunas de las tareas de la casa.
- No le preste dinero, proponga una tarea a realizar, acuerden la frecuencia y el monto de la suma que se pagará por la tarea. De esta forma no tendrá el estrés de una deuda, y generará responsabilidad, y la idea de trabajar por una meta.
- Nuevas metas. Reúnanse y hablen sobre cuáles son las aspiraciones del pequeño, póngales valor, y propóngale un plan de ahorro mutuo para lograr la meta.
- Ayúdelos con la priorización de metas.
- Aportes al hogar. Una vez tenga ingresos extra, enséñele la importancia de aportar en el hogar.
- Enséñele las alternativas existentes en el mercado para guardar el dinero y las opciones de invertirlo.
- Realice un presupuesto. Definir los ingresos y egresos, compárelos y destine un monto a ahorrar.